La crisis climática está trayendo consigo graves consecuencias para el Golfo de Bizkaia, entre ellas un aumento en el nivel del mar, olas extremas, mayor riesgo de inundaciones costeras y una reducción en las capturas pesqueras. Según el centro tecnológico Azti, se estima que el nivel del mar podría ascender entre 50 y 80 centímetros para finales de siglo en esta zona, mientras que la temperatura del mar se incrementaría en 3,5 grados.

Azti ha dedicado décadas de trabajo investigador para entender el impacto del cambio climático en los mares y océanos, y ha publicado una memoria que recopila los datos más relevantes de sus investigaciones. El objetivo es concienciar a las instituciones y a la población sobre la urgencia de tomar medidas para proteger este elemento vital para la vida marina y terrestre.

Según los datos recopilados por Azti, la temperatura del mar ha aumentado entre 0,19 y 0,26 grados por década desde 1980, particularmente en la zona sureste y costera. Esta tendencia indica que si el aumento se mantiene, para finales de siglo se espera un incremento de 3,5 grados en la temperatura del mar. Esto tendría consecuencias graves, como la reducción de las biomasas de fitoplancton y zooplancton, el desplazamiento de la vida marina hacia los polos y el aumento de las temperaturas en las ciudades costeras.

Azti también ha observado un aumento en el nivel del mar y en la altura de las olas en el Golfo de Bizkaia. Desde 1990, el nivel del mar ha aumentado a un ritmo de 1,5 a 3,5 centímetros por década, y se proyecta que este ascenso alcance entre 50 y 80 centímetros para finales de siglo. Además, se ha registrado un incremento promedio de 16 centímetros por década en la altura extrema de las olas en el sureste del golfo.

Estos cambios tienen consecuencias directas en la costa, ya que se espera un aumento del 12% en la superficie en riesgo de inundaciones costeras para el año 2050, que podría llegar al 59% para el año 2100. Además, se prevé la pérdida de gran parte de las playas y de los ecosistemas costeros, como las marismas y las praderas marinas, que son fundamentales para la biodiversidad y el almacenamiento de carbono.

Ante esta situación, Azti ha liderado iniciativas para monitorizar y predecir el impacto de los temporales en la costa. Se han desarrollado bases de datos, herramientas de medición y modelos informáticos para simular procesos de inundación y alertar sobre el oleaje.

El cambio climático también está afectando a las principales especies pesqueras, como la anchoa y el atún. El calentamiento del mar está alterando sus patrones de migración y distribución, lo que puede tener un impacto significativo en la economía pesquera de la región.

En resumen, el Golfo de Bizkaia está experimentando un rápido cambio debido a la crisis climática. El aumento en el nivel del mar, las olas extremas, el incremento del riesgo de inundaciones costeras y la reducción de las capturas pesqueras son solo algunas de las consecuencias observadas. Es necesario actuar de forma inmediata para proteger estos ecosistemas vitales y garantizar un futuro sostenible para la región.

Con información de Azti