Dos años después de que Euskadi asumiera la competencia de prisiones, se ha producido un importante avance en la progresión a tercer grado de presos de ETA. En total, se han registrado 50 progresiones, lo que representa el 5,9% del total. Sin embargo, también se han revocado 12 de estas progresiones.
La población reclusa en las cárceles vascas asciende a 1.577 personas, con 425 presos en tercer grado o régimen de semilibertad, incluyendo 22 de ETA. Además, actualmente hay 221 personas en libertad condicional, 14 de ellos pertenecientes a ETA. En total, hay 142 presos de ETA, distribuidos en diferentes cárceles.
Desde que el Gobierno Vasco asumió la gestión de los centros penitenciarios, se han realizado 846 progresiones a tercer grado para personas condenadas en general, de las cuales 16 han sido revocadas judicialmente. En el caso de los presos de ETA, se han efectuado 50 progresiones, pero 12 de ellas han sido revocadas.
Por otro lado, se han realizado diversas gestiones de traslado de presos entre las instituciones penitenciarias de Euskadi y la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. La SGIP ha realizado un total de 656 peticiones de traslado, de las cuales se han autorizado 242, denegado 384 y quedan 30 pendientes. Por su parte, la Comunidad Autónoma Vasca ha realizado 328 traslados a la SGIP, de los cuales se han autorizado 261, han sido rechazados 49 y quedan 18 pendientes.
En cuanto a la población penitenciaria en general, las mujeres representan el 8% del total, mientras que el 31,45% de los presos son de origen extranjero. El incremento de la población penitenciaria se debe en gran medida a que se está acogiendo a más personas que podrían cumplir su condena en Euskadi, pero al no contar con un Departamento de Régimen Cerrado, es necesario trasladar a estas personas a centros de fuera de la región.
En términos de reinserción y políticas de rehabilitación, se ha consolidado la red de pisos de acogida, con 80 plazas residenciales y 20 para permisos. También se han creado dos centros de día para personas en régimen de semilibertad y un recurso sociosanitario para presos con enfermedades graves e incurables sin recursos habitacionales. Además, se han dictado instrucciones y circulares en relación a la igualdad de trato para personas trans en el ámbito penitenciario, prevención de suicidios, mecanismos de representación y defensa de los empleados públicos y clasificación penitenciaria.
En el ámbito laboral, se ha trabajado en la reorganización productiva y modernización de los talleres penitenciarios, empleando a una media de 575 personas. Los talleres han incrementado sus plantillas en más de 200 personas y actualmente dan empleo alrededor del 47% de la población penitenciaria.
En resumen, la gestión penitenciaria en Euskadi durante los últimos dos años ha mostrado avances significativos en la progresión de presos de ETA al tercer grado, así como en la reinserción y programas de rehabilitación. Sin embargo, también se han enfrentado desafíos en cuanto al incremento de la población penitenciaria, la falta de Departamentos de Régimen Cerrado y la necesidad de traslados a centros fuera de la región.