El programa Sendiko atiende a 88 familias vulnerables de Bizkaia en colaboración con centros educativos.
En la provincia de Bizkaia, el programa Sendiko ha logrado ofrecer apoyo a 88 familias en situación de vulnerabilidad en colaboración con sus respectivos centros educativos, tras dos años de funcionamiento.
Durante el curso 2022-23, el programa se llevó a cabo en cuatro centros de educación primaria, y se amplió a cinco en el curso 2023-24 al sumarse un centro de educación secundaria: el CEIP Zurbarambarri, CEIP Kueto, CEIP hijas de la Cruz-Patronato, CEIP Soloarte y IES Igancio Ellacuria, Zurbaran.
El objetivo principal del programa es brindar intervención psicosocial a familias en situación de vulnerabilidad social, con el fin de fortalecer sus lazos familiares y mejorar su convivencia, así como capacitar a los padres y madres en su rol parental.
A través de Sendiko, se llevan a cabo procesos de diagnóstico, tratamiento individual y grupal, y acompañamiento a familias, en conjunto con profesionales sociales y educativos.
Sendiko se concibe como un programa integral que busca trabajar en colaboración con otras entidades y recursos sociales, enfocándose en la relación familia-escuela-comunidad.
Las familias y menores que participan en el programa son identificados por los centros educativos debido a diversos factores de riesgo que puedan afectar su desarrollo.
Teresa Laespada, diputada de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, ha resaltado la importancia de Sendiko como herramienta para mejorar las relaciones familiares y fortalecer las competencias parentales.
En los dos años de funcionamiento, el programa ha demostrado ser beneficioso para fomentar relaciones positivas entre padres e hijos, beneficiando a toda la sociedad.
La intervención del programa busca mejorar las habilidades parentales, fortalecer los lazos familiares y crear espacios seguros para los menores.
En total, Sendiko ha atendido a 88 familias, mayoritariamente encabezadas por mujeres, con un enfoque en fortalecer la figura paterna en el núcleo familiar.
La intervención desde los centros educativos se ha realizado de manera estructurada y continua, con un total de nueve horas semanales dedicadas a cada centro.