En Vitoria, este 27 de junio, se ha revelado que cada vasco gastó una media de 15.570 euros el año pasado, colocando a Euskadi como la región con el mayor gasto por persona en todo el Estado, un 18,7% por encima de la media nacional.

Estos datos provienen de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) del Instituto Nacional de Estadística correspondiente al año anterior y han sido dados a conocer hoy jueves.

Según el estudio, las comunidades autónomas con mayor gasto medio por persona en el 2023 fueron País Vasco (15.570 euros), Illes Balears (14.769) y Comunidad de Madrid (14.650).

En contraste, Extremadura (11.103 euros), Canarias (11.373) y Región de Murcia (11.620) tuvieron los menores gastos medios por persona.

El gasto medio por persona en País Vasco superó la media nacional en un 18,7%, mientras que en Extremadura se ubicó un 15,4% por debajo de dicha media.

A nivel estatal, el gasto medio por hogar fue de 32.617 euros, mostrando un aumento del 3,8% en comparación con el año anterior. Por su parte, el gasto medio por persona fue de 13.120 euros, con un incremento del 4,3%.

Los datos promedio a nivel nacional indican que el gasto medio por hogar aumentó principalmente en la categoría de restaurantes y hoteles, con una tasa anual del 13,2% debido al aumento en el gasto en restauración y servicios de alojamiento. Los hogares gastaron 3.311 euros en estos conceptos, 386 más que en 2022.

Asimismo, en ocio y cultura se observó una variación del 9,1%, con un mayor incremento en los paquetes turísticos. El gasto promedio por hogar fue de 1.651 euros, 138 más que en 2022.

En cuanto a vestido y calzado, con una tasa del 8,1% y crecimientos tanto en vestido como en calzado, los hogares gastaron 1.319 euros, 99 más que en 2022.

La Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) proporciona información anual sobre la naturaleza y el destino de los gastos de consumo, así como sobre diversas características de las condiciones de vida de los hogares.

Los gastos de consumo abarcan tanto el dinero que el hogar destina al pago de bienes y servicios de consumo final, como el valor de los bienes recibidos en forma de autoconsumo, autosuministro, salario en especie, comidas gratuitas o con descuento, y alquiler imputado a la vivienda en la que reside el hogar (en caso de ser propietario o tenerla cedida por otros hogares o instituciones).