La Diputación Foral de Gipuzkoa y elkartu, con el respaldo de la UPV/EHU, han valorado de manera "positiva" el programa de Vida Independiente y apuestan por continuar ampliándolo.

SAN SEBASTIÁN, 2 de mayo.

Gipuzkoa ha consolidado su Programa de Vida Independiente para personas con discapacidad física, creado hace dos décadas por la Diputación Foral, el cual ha sido un apoyo fundamental para más de 60 personas con discapacidad, de las cuales 27 son participantes en la actualidad. El objetivo principal del programa es garantizar el derecho de estas personas a vivir de manera independiente, fomentando su inclusión en la comunidad y evitando el aislamiento, permitiendo así su participación plena en todos los ámbitos de la vida y evitando la dependencia de servicios residenciales.

La Diputación Foral de Gipuzkoa, la Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Gipuzkoa, elkartu, y la Universidad del País Vasco han presentado en rueda de prensa la evaluación del Programa de Vida Independiente. Este informe ha sido elaborado de manera conjunta por elkartu y el personal investigador de la UPV/EHU, con el objetivo de medir el impacto social, psicológico y económico del programa.

En la presentación del informe han participado la diputada de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña, el director de elkartu, Mikel Malcorra, y la decana de la Facultad de Relaciones Laborales y Trabajo Social de la UPV/EHU, Amaia Inza.

Maite Peña ha destacado en su intervención la importancia y carácter "pionero y fundamental" del Programa de Vida Independiente, señalando que se encuentra integrado en el sistema de servicios y políticas sociales de Gipuzkoa y que se prevé continuar ampliándolo en el futuro.

Tras 20 años de trayectoria, la evaluación realizada ha permitido identificar las áreas de mejora y recoger las opiniones de las propias personas con discapacidad. El 66% de los participantes en el programa han participado en la evaluación, la cual ha arrojado resultados "muy positivos".

El informe destaca que el modelo de vida independiente favorece la inclusión social y la salud emocional de las personas con discapacidad, empoderándolas y proporcionando libertad de elección en distintos aspectos de su vida. Además, la inversión pública en el programa contribuye a la eficacia de las políticas para personas con discapacidad.

Se resalta la importancia de seguir fortaleciendo la colaboración entre las instituciones públicas, el ámbito del conocimiento y el tercer sector social, así como la participación activa de las personas con discapacidad en el programa.

Entre las fortalezas del programa se destaca su enfoque transversal, la promoción del empoderamiento de las personas con discapacidad, la evitación de la institucionalización en recursos residenciales, la garantía de libertad de elección y la cobertura de necesidades básicas y de salud mental.

El Programa de Vida Independiente también ha demostrado mitigar la brecha de género, brindando satisfacción a los participantes y promoviendo su compromiso y permanencia en el mismo.

Se ha valorado positivamente la consolidación del programa que ha pasado de ser experimental, la cercanía del personal de la Diputación Foral de Gipuzkoa, y la participación activa de las personas con discapacidad en su divulgación.

Entre las debilidades identificadas se encuentran las dificultades para acceder al programa, la falta de apoyo específico, la cobertura económica inferior al coste real de la asistencia personal, la ausencia de una evaluación sistemática y falta de representatividad de personas con niveles bajos de ingresos, jóvenes y del ámbito rural.

Como amenazas se señala que el programa no forma parte de la Cartera de Servicios Sociales, hay escaso conocimiento del mismo por parte de los Servicios Sociales de Base y de las personas con discapacidad, y no se aprovecha su potencial para la desinstitucionalización. Además, se percibe la limitación en el mercado de la oferta de asistentes personales.

El informe incluye propuestas y recomendaciones para el futuro, como la incorporación del Programa de Vida Independiente en la Cartera de Servicios Sociales, promover el acceso de personas con bajos ingresos, jóvenes y del ámbito rural, utilizar el programa para los procesos de desinstitucionalización y difundirlo entre las personas con discapacidad.