La elección del modelo lingüístico será "responsabilidad de cada centro", según el Gobierno Vasco.

El proyecto de Ley de Educación en el País Vasco ha sido modificado tras el acuerdo entre el PNV y el PSE-EE, con el objetivo de permitir a cada centro educativo decidir el modelo lingüístico que se adapte a su realidad sociolingüística. El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, ha destacado la importancia de adaptarse a las características de cada escuela y ha anunciado que se presentarán 26 enmiendas al proyecto original. La intención de ambos partidos es buscar apoyos externos para asegurar la aprobación definitiva de la ley en el Parlamento antes de fin de año.

Según Zupiria, los modelos lingüísticos actuales, como el "D" en euskera, el "B" bilingüe y el "A" en castellano, estarán en manos de cada centro educativo. Estos centros deberán tener en cuenta los derechos recogidos en la Ley de la Euskera y en el Estatuto de Autonomía, así como la realidad sociolingüística y las necesidades de los alumnos y sus familias, con el objetivo de ofrecer una educación adecuada. Además, se exigirá a la administración educativa que proporcione los recursos necesarios para fomentar el desarrollo lingüístico en euskera, castellano e inglés.

Zupiria ha señalado que el objetivo es que los estudiantes del sistema educativo vasco tengan un conocimiento suficiente del euskera y el castellano, así como de una tercera lengua extranjera que les permita desenvolverse en un mundo multicultural y multilingüe. El portavoz del Gobierno ha destacado que este acuerdo se basa en la apuesta por un modelo plurilingüe que tiene en cuenta la realidad sociolingüística del País Vasco y en el que el euskera tiene un papel central. Ha aclarado que los modelos lingüísticos actuales no desaparecerán y que la ley se ajustará a lo establecido en el Estatuto de Gernika y en la Ley de normalización de la euskera de 1992.

Zupiria ha afirmado que el proyecto de ley refleja de forma fiel el pacto educativo alcanzado el año pasado por el PNV, EH Bildu, PSE-EE y Elkarrekin Podemos-IU. Sin embargo, reconoce que el proyecto puede ser mejorado a través de las enmiendas presentadas por los grupos parlamentarios. Además, ha asegurado que existe un acuerdo básico entre el PNV y el PSE-EE y que buscarán el apoyo de una tercera o cuarta fuerza parlamentaria para garantizar la aprobación definitiva de la ley. El objetivo del Gobierno Vasco es que la ley sea aprobada antes de fin de año.