La escultura 'La Huella-Aterpe 1936' honra a los gudaris y milicianos fusilados tras la caída de Bilbao.
En un emotivo acto celebrado en la escultura de 'La Huella-Aterpe 1936' de Artxanda, en Bilbao, familiares de las víctimas de la Guerra Civil han compartido sus historias, denunciando que la fuerza se impuso a la razón.
BILBAO, 16 Jun.
Este homenaje a los gudaris y milicianos que lucharon contra el franquismo este año ha recordado especialmente a los apresados y ejecutados tras la caída de Bilbao en 1937.
Entre los participantes destacados se encontraban el lehendakari Iñigo Urkullu, los consejeros Nerea Melgosa e Iñaki Arriola, las eurodiputadas Idoia Mendia (PSE) y Oihane Agirregoitia (PNV), el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, y el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, acompañados por representantes de diferentes partidos políticos y asociaciones históricas.
Durante el acto, la directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, Aintzane Ezenarro, dialogó con familiares de las víctimas, resaltando que al menos 278 combatientes fueron ejecutados tras la caída de Bilbao, con la mayoría siendo condenados tras juicios militares.
El evento comenzó con la lectura de un manifiesto consensuado por organizaciones históricas, recordando que la violencia y la injusticia se prolongaron durante 40 años, con la razón siendo aplastada por la fuerza.
Los familiares de gudaris y milicianos ejecutados tuvieron la oportunidad de compartir sus historias, honrando la memoria de sus seres queridos y denunciando la injusticia de sus ejecuciones.
El acto finalizó con un emotivo aurresku de honor y una ofrenda floral en la escultura que conmemora a los valientes que defendieron la democracia frente al fascismo.
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