El Gobierno Vasco ha hecho un llamado a la sociedad de Euskadi para que no solo desapruebe, sino que actively condene los recientes actos de violencia que han puesto en peligro la convivencia pacífica en la región.

En la madrugada del 20 de julio, un asalto violento a la comisaría de la Policía Local de Azpeitia (Gipuzkoa) ha generado una fuerte reacción por parte del Departamento de Seguridad. Este incidente ocurrió cuando un grupo de personas agredió a los agentes de la policía tras la identificación y sanción de un joven por realizar una pintada en el mobiliario urbano, lo que fue calificado como un deslucimiento de bienes públicos.

Los hechos fueron descritos como "muy graves e intolerables" por el Departamento de Seguridad, que asegura que tales acciones no tienen cabida en una sociedad que valora la convivencia. La Consejería de Seguridad también ha manifestado su solidaridad con los agentes que estaban en servicio durante el asalto y ha enfatizado la importancia de que la población vasca se una en la condena de este tipo de violencia.

“Es responsabilidad de cada uno de nosotros proteger a quienes arriesgan su seguridad para garantizarnos la nuestra”, han advertido desde el departamento. Este acto de agresión no solo afecta a los agentes, sino que amenaza el tejido social y la tranquilidad de la comunidad en general.

Los disturbios comenzaron alrededor de las cuatro de la mañana, cuando, después de la sanción al joven, un grupo considerable de individuos se acercó a la comisaría y lanzó insultos y agresiones hacia los policías locales. Ante la gravedad de la situación, la Ertzaintza tuvo que intervenir para controlar la violencia.

La intervención de un miembro del Ayuntamiento fue crucial para lograr que el grupo se dispersara, aunque no sin antes dejar un saldo de dos agentes heridos. En respuesta a estos acontecimientos, se han abierto diligencias que serán enviadas a las autoridades judiciales una vez se complete la investigación.