El Gobierno Vasco, a través de la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, ha anunciado la finalización de la instalación de medidas contra la violencia de género en la red ferroviaria este otoño.

García Chueca declaró en la estación de Euskotren en Añorga, San Sebastián, que se ha realizado una inversión de 405.000 euros para mejorar la seguridad en 47 estaciones de Bizkaia y Gipuzkoa, con el objetivo de hacer que todas las personas usuarias del servicio de Euskotren se sientan más seguras.

La instalación de medidas contra la violencia de género se ha llevado a cabo siguiendo el Libro Blanco de criterios para el diseño de estaciones de la red ferroviaria vasca con perspectiva de género, publicado en 2022 por el grupo de Igualdad de ETS.

Entre las medidas implementadas se destaca la colocación de tótems de emergencia y cámaras de vigilancia, así como la instalación de espejos en algunas estaciones para mejorar la visibilidad de puntos escondidos.

Además, se han instalado cámaras de vigilancia en paradas de la red tranviaria de Bilbao que antes carecían de estas medidas de seguridad. La consejera también señaló que las nuevas estaciones incluirán medidas recomendadas en el Libro Blanco.

En cuanto a la estación de Añorga, se han implementado tres tótems de emergencia, ocho cámaras y próximamente se instalarán cinco espejos para mejorar la sensación de seguridad de las personas usuarias de Euskotren.

Por otro lado, la diputada Azahara Domínguez ha destacado la elaboración del primer protocolo contra las violencias machistas en Lurraldebus, un documento integral que busca prevenir y ofrecer herramientas de actuación en casos de violencia.

Este protocolo ha sido trabajado con la participación de distintos agentes involucrados en el transporte público, incluyendo usuarias, trabajadoras, ayuntamientos, cuerpos policiales y asociaciones de mujeres.

Domínguez subrayó que las diferentes formas de violencia contra las mujeres son una clara manifestación de desigualdad y limitan su participación en la sociedad. Por ello, es fundamental crear alianzas entre instituciones públicas y la sociedad civil para garantizar la seguridad de las mujeres en el transporte público.