El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado en su último mensaje de fin de año que el autogobierno vasco "no está garantizado ni ha tocado techo". Enfatizó la importancia de defenderlo, ampliarlo y reforzarlo, ya que debe seguir siendo "un gran logro compartido". Además, destacó que servir a la sociedad vasca ha sido el honor más grande que jamás habría podido imaginar. Asimismo, defendió la gestión del Gobierno Vasco basada en el rigor, sin hipotecar el futuro ni hacer promesas imposibles.

El presidente vasco transmitió su mensaje de fin de año, como es habitual cada 31 de diciembre, y esta fue la última vez antes de dejar el cargo. Reconoció que este mensaje no es uno más para él, ya que es el último, y subrayó que servir a la sociedad vasca ha sido el honor más grande que jamás habría podido imaginar.

Urkullu destacó que desde que asumió el cargo en 2012, Euskadi ha cambiado y se ha transformado gracias al esfuerzo de todos. Destacó el avance en los ámbitos de empleo, convivencia, cohesión y autogobierno. Mencionó que el desempleo ha disminuido significativamente, pasando de más del 16% en 2012 a menos del 8% en la actualidad. También recordó el reto de lograr la paz y la convivencia, dejando atrás décadas de violencia y terrorismo.

En este sentido, expresó su preocupación por la falta de capacidad de la Unión Europea para abordar los conflictos armados internacionales y el endurecimiento de las políticas migratorias. En cuanto a la cohesión social, destacó la capacidad de superar situaciones adversas y adaptarse al cambio, preservando la igualdad de oportunidades.

El lehendakari resaltó que Euskadi ha sabido afrontar las crisis sucesivas y de impacto global que se han presentado desde 2012. Destacó que la respuesta ha sido posible gracias a los propios recursos y capacidades de la región y advirtió que el autogobierno no está garantizado ni ha tocado techo. Por lo tanto, llamó a defenderlo, protegerlo, ampliarlo y reforzarlo.

Asimismo, reconoció que en su gestión ha habido aciertos y errores y comparó el Gobierno Vasco con un hogar que debe gestionar los recursos de la mejor manera posible, priorizando y ahorrando para garantizar el bien común. Urkullu defendió una gestión basada en el rigor, la seriedad y la máxima responsabilidad, sin hipotecar el futuro ni hacer promesas irrealizables.

Mirando al presente y al futuro, el lehendakari advirtió que el próximo 2024 será un año de transición fundamental para situar Euskadi entre los países más desarrollados del mundo. Destacó la importancia de reforzar los servicios públicos, garantizar el sistema vasco de protección social, afianzar el desarrollo económico y el empleo, y responder a desafíos como la transición tecnológica y digital, la transición energética y medioambiental, el reto demográfico y la igualdad.

En conclusión, Urkullu terminó su mensaje con palabras de confianza, compromiso y esperanza, afirmando que trabajarán para que el nuevo año sea mejor para todos. Este es su compromiso.