BBK prevé aumentar sus activos de 4.700 a 7.000 millones para 2035, incluyendo 2.800 millones ajenos a Kutxabank.

BILBAO, 3 de abril. BBK se consolida como un referente en la inversión vasca, administrando actualmente más de 4.700 millones de euros en activos. Este volumen incluye su participación en Kutxabank, valorada en 3.600 millones de euros, convirtiéndola en el mayor inversor del Estado en empresas de la región. Con la mirada puesta en el futuro, la fundación planea alcanzar los 7.000 millones de euros en inversiones para 2035, destinando 2.800 millones a activos fuera de Kutxabank. Su ambiciosa meta es que para 2030, los ingresos provenientes de estas inversiones superen la cifra actual asignada a su Obra Social.
Durante una rueda de prensa en Bilbao, Xabier Sagredo, presidente de BBK, presentó los resultados de una década de inversiones desde que la entidad se transformó en fundación bancaria. Este periodo ha marcado un nuevo rumbo en su estrategia de gestión de recursos para la próxima década.
Sagredo destacó que la decisión de no cotizar en bolsa y el cambio hacia una Fundación bancaria representan una época de innovación centrada en la diversificación y el impacto positivo en la comunidad. Desde su implementación en 2016, esta estrategia ha permitido a BBK diversificar sus flujos de ingresos y fortalecer su sostenibilidad financiera.
El presidente puntualizó que los resultados de esta diversificación son visibles: BBK posee ahora una de las carteras de inversión más significativas del país, siendo líder en inversiones en empresas vascas. Esta cartera está diseñada para equilibrar rentabilidad, riesgo y un impacto social y ambiental positivo.
En la última década, BBK ha transformado su enfoque de inversión. Pasando de depender exclusivamente de su participación en Kutxabank (57%), ha desarrollado un portafolio que incluye más de 1.100 millones en inversiones complementarias, consolidándose como el principal inversor en el tejido empresarial vasco.
Las empresas que forman parte de las inversiones de BBK son fundamentales en áreas estratégicas como la energía, el transporte y la tecnología, contribuyendo significativamente a la creación de empleo de calidad, con alrededor de 15.000 empleos directos en la región. Entre las entidades destacadas se encuentran Iberdrola, CAF, Arteche y Vidrala, además de su apoyo a startups locales a través de iniciativas como BBK Venture y Seed Capital.
El presidente de BBK también expresó que las metas a largo plazo que se han establecido son ambiciosas, con el propósito de consolidar el papel de la fundación como un motor tanto económico como social en Euskadi. Para 2035, la entidad proyecta llegar a los 7.000 millones en inversiones, lo que implica un aumento del 50% en comparación a lo actual, con 2.800 millones dirigidos a activos distintos a Kutxabank, resaltando su interés en aumentar participaciones estratégicas en el futuro.
Con la vista en 2030, BBK se ha fijado otro objetivo importante: que los ingresos generados por sus inversiones superen el presupuesto de su Obra Social, que actualmente alcanza los 52,1 millones de euros.
De cara a 2025, la fundación cuenta con más de 100 millones de euros para invertir y actualmente tiene varios proyectos en cartera, con tres operaciones en fase de negociación.
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