Este viernes se dio inicio a la 73 edición del Festival de San Sebastián en el emblemático Auditorio Kursaal, un evento que no solo celebró el arte cinematográfico, sino que también se vio impregnado por un fuerte mensaje de solidaridad hacia Palestina. La ceremonia honró la memoria de la talentosa actriz Marisa Paredes, mientras que figuras destacadas del cine, como Pedro Almodóvar y Juliette Binoche, aprovecharon el escenario para alzar sus voces en contra del sufrimiento que se vive en la región.

El reconocido cineasta español, al entregar el Premio Donostia a la productora Esther García, expresó su apoyo inquebrantable a la causa palestina, culminando su discurso con un resonante "¡Viva Palestina libre!", gesto que recibió una ovación entusiasta del público presente. Juliette Binoche, que también brilló durante la gala, compartió su deseo de poner fin a la "masacre" que afecta a Palestina, haciendo un llamado a la esperanza y al cambio en la sociedad.

"Nos merecemos un futuro mejor", enfatizó Binoche, quien instó a la comunidad artística a unirse en este clamor por la paz y a utilizar su influencia para generar un impacto significativo ante la injusticia. En su emotivo discurso, destacó la necesidad de transformar la crueldad en compasión, reafirmando la responsabilidad que tiene el medio audiovisual en estas luchas sociales.

Almodóvar describió a García como la "madre" de su productora, El Deseo, y reconoció que su éxito es fruto del apoyo que siempre ha recibido de ella y de su hermano Agustín. "Mis obras son libres gracias a su respaldo y valentía en un ambiente dominado por hombres", declaró el director, resaltando la necesidad de visibilizar el papel de las mujeres en la industria cinematográfica.

Esther García, visiblemente emocionada al recibir el reconocimiento, afirmó que nunca se ha considerado la mejor en su campo, pero que su pasión le ha permitido abrirse camino en un entorno profesional tradicionalmente masculino. Agradeció a pioneras como Pilar Miró y Josefina Molina, recordando la importancia de seguir avanzando en la lucha por la igualdad en el cine y en todos los sectores.

La galardonada hizo un llamado a unirse en defensa de los derechos de aquellos que aún enfrentan discriminación y violencia en diversos contextos. "Debemos luchar juntos por los derechos de todas las mujeres que aún sufren desigualdades y por detener la injusticia que viven tantos en lugares como Ucrania", exhortó profundamente convencida del poder transformador del cine y la cultura.

La noche se inició con el humor de las presentadoras, Toni Acosta y Silvia Abril, quienes además de dar la bienvenida al público que llenó el auditorio, también expresaron su postura crítica hacia la desigualdad de género en el festival y más allá. En un ambiente de camaradería, las tres maestras de ceremonia unieron voces para condenar el genocidio en Gaza, lo que resonó con una palpable aprobación del auditorio.

En el marco del festival, se otorgó el Gran Premio Fipresci a la película "Aún estoy aquí", dirigida por Walter Salles, en reconocimiento a la excelencia cinematográfica, mientras que el jurado de la Sección Oficial, compuesto en su mayoría por mujeres, amplió la conversación sobre la necesidad de una representación equitativa en el cine.

La gala también incluyó un homenaje emotivo a Marisa Paredes, cuya partida dejó un vacío en el mundo del cine. Juliette Binoche recordó cómo la actriz luchó por hacer realidad su sueño en un contexto que muchas veces limitaba las aspiraciones de las mujeres. “Necesitamos sueños puros que transformen nuestra realidad”, concluyó.

Finalmente, Almodóvar, reflexionando sobre su relación con Paredes, la describió como una figura fundamental en su vida y carrera. En un cierre apasionado, las presentadoras exhortaron a la audiencia a valorar el cine como una herramienta de aprendizaje y reflexión, recordando que, a pesar de los obstáculos, el compromiso con los derechos humanos y la memoria histórica sigue siendo esencial para todos.