Bilbao se prepara para una Semana Grande repleta de música y alegría del 16 al 23 de agosto, con un impresionante cartel de artistas que promete hacer vibrar a los asistentes en La Pérgola del Parque de Doña Casilda.

Según ha anunciado el Ayuntamiento de la ciudad, el programa comenzará cada noche con el DJ Luis Carlos del Pozo, quien animará el ambiente a partir de las 21.00 horas durante los primeros y últimos sábados. Con un total de ocho sesiones, que incluyen algunos espectáculos dobles, este evento se muestra como una celebración de los clásicos guateques bilbaínos que regresan con fuerza.

La jornada inaugural, el 16 de agosto, contará con la energía de Radio Nervión, un repaso sonoro a los vibrantes años 70 y 80 que promete sacar a todos a la pista de baile. Al día siguiente, el grupo Mi Gran Noche rendirá homenaje a los grandes ídolos de la música española de las décadas de los 60 y 70, reviviendo los inolvidables éxitos de artistas como Nino Bravo y Raphael.

El humor y la música se fusionarán el lunes 18 con Asier Bilbao, un showman local que aportará su toque especial de parodias y risas a la velada. El martes, los ritmos mexicanos llegarán a la Pérgola con el Mariachi Imperial Elegancia Mexicana, que traerá consigo dos décadas de tradición musical y pasión por el folclore regional.

La programación continúa el miércoles 20 con Guillermo Garmendia, quien deleitará al público con boleros y baladas que evocan memorias y sentimientos universales. El jueves 21, Los Chimberos, auténticos embajadores de la música vasca, llenarán el aire con sus habaneras tradicionales, celebrando la diversidad cultural que caracteriza a Euskadi.

El viernes 22, el destacado Alejo Stivel, famoso por su paso por la emblemática banda Tequila, ofrecerá un repaso a los himnos del pop-rock español que marcaron una época. Finalmente, la semana culminará en apoteosis musical el sábado 23, con la presencia del icónico Sandro Giacobbe, quien cerrará el ciclo con su emblemática canción “El Jardín Prohibido”.

Este evento no solo resalta la riqueza cultural de Bilbao, sino que también invita a toda la comunidad a unirse en celebración, creando recuerdos inolvidables en un entorno festivo y acogedor.