El pasado 3 de septiembre, La Vuelta a España vivió una jornada singular, marcada no solo por la competición ciclista en Bilbao, sino también por la fuerte carga social y política que envolvió la undécima etapa, de 157,4 kilómetros. En medio de un ambiente de tensión, las reivindicaciones en favor de Palestina y en contra de Israel por la situación en Gaza volvieron a resonar, lo que llevó a la organización a anular la figura de un ganador por cuestiones de seguridad.

La dirección de la carrera anunció que, dadas las circunstancias, los tiempos para la clasificación general se fijarían a solo tres kilómetros de la meta. Aunque se otorgarían puntos por la montaña y en un sprint intermedio, no habría clasificación por puntos. Esta decisión, comunicada a través de Radio Vuelta, refleja la complejidad del evento en un momento tan sensible.

El incidente empezó en la salida neutralizada de la etapa, cuando un grupo de manifestantes interrumpió el trayecto en el Alto de Enekuri, donde los ciclistas circulaban en condiciones controladas. Con pancartas que denunciaban lo que califican como un "genocidio" y ondeando banderas palestinas, los activistas lograron detener brevemente la carrera.

La etapa, que comenzó a las 13:35 desde la explanada de San Mamés, se vio interrumpida minutos antes de las dos de la tarde. La aparición de los manifestantes obligó a los ciclistas a frenar, un momento tenso que se resolvió cuando la policía desalojó a los activistas de la calzada, aunque uno de ellos permaneció para seguir denunciando la situación en Palestina antes de que la carrera pudiese reanudar su curso.

Esta no es la primera vez que las protestas se cuelan en La Vuelta 2023. En etapas anteriores, los incidentes no han sido raros; en la quinta etapa, un grupo de activistas irrumpió en la contrarreloj por equipos, y en la décima etapa, el despliegue de banderas palestinas estuvo a punto de provocar una caída entre los corredores. Estas manifestaciones destacan la intersección entre el deporte y los derechos humanos en un contexto global cada vez más comprometido.