Bilbao, 3 de septiembre. La tarde del miércoles se convirtió en un escenario de tensión en Bilbao, donde se realizaron manifestaciones en respuesta a la participación del equipo israelí Premier Tech en la undécima etapa de La Vuelta. Como resultado de las protestas, tres personas han sido detenidas y cinco más identificadas, mientras que cuatro agentes de la ertzaintza han sufrido heridas durante los enfrentamientos. Los incidentes forzaron a las autoridades a finalizar la carrera antes de lo programado, dejando la etapa sin un vencedor claro.

El consejero de Seguridad del País Vasco, Bingen Zupiria, se dirigió a los medios para lamentar que “la etapa que debía haber concluido en Bilbao no pudo desarrollarse con la normalidad esperada”. Su declaración refleja la preocupación por la interrupción de un evento deportivo que debería haber sido una celebración y no un motivo de confrontación.

Los incidentes comenzaron en Enekuri, donde manifestantes interrumpieron el paso de la competición. Posteriormente, en Morga, la brigada móvil fue requerida para retirar dos fardos de paja colocados en la carretera, lo que generó más retrasos en la carrera.

El ambiente se intensificó en la subida al Vivero, donde un grupo de personas exhibió una pancarta que comprometió la seguridad de los ciclistas que se encontraban al frente de la carrera. Además, en la Gran Vía de Bilbao, algunos manifestantes rompieron las vallas de seguridad, interfiriendo directamente con el trayecto que debía seguir el pelotón. Este tipo de alteraciones han resaltado la efervescencia de la disidencia social en el contexto actual.

(Se ofrecerán más detalles en futuras actualizaciones)