El Gobierno Vasco inicia diálogos con la oposición el 11 para discutir propuestas presupuestarias responsables.

En un escenario marcado por la necesidad de diálogo y entendimiento, el consejero de Hacienda y Finanzas, Nöel d'Anjou, ha lanzado un claro mensaje a los partidos EH Bildu, PP y Sumar, instándoles a actuar con "altura de miras". A partir del 11 de noviembre, D'Anjou comenzará a establecer contactos con estas formaciones políticas para lograr un acuerdo sobre el presupuesto de 2025. Sin embargo, desde la oposición ya han manifestado sus inquietudes sobre la fiabilidad de las previsiones económicas que sustentan las cuentas, lo que ha llevado a cuestionar la capacidad del proyecto para abordar los desafíos más apremiantes de Euskadi.
Este lunes, D'Anjou ha dado inicio al proceso de presentación del proyecto de presupuestos ante el Parlamento Vasco, donde cada consejero expondrá las cuentas específicas de sus respectivos departamentos. En esta fase crucial, el consejero ha reiterado los ejes centrales del proyecto que ya fueron compartidos la pasada semana tras su aprobación en el Consejo de Gobierno.
Las cifras son contundentes: el presupuesto asciende a 15.728 millones de euros, aunque se ha proyectado un déficit del 0,3%. D'Anjou ha subrayado que este panorama se debe a que aún no se han completado los procedimientos necesarios para establecer los objetivos de estabilidad financiera a nivel estatal, lo que ha impedido la celebración de la Comisión Mixta del Concierto Económico, encargada de fijar esos objetivos para las instituciones vascas. No obstante, ha asegurado que el Gobierno Vasco continúa coordinándose con el Ministerio de Hacienda para definir de manera definitiva estos aspectos.
En el desglose del presupuesto también se mantienen los ingresos procedentes de los gravámenes en el área energética, que aportarán 67 millones de euros, y de las entidades de crédito, que sumarán 52 millones. D'Anjou ha señalado que, tan pronto como se aprobó el proyecto, se conocieron enmiendas en el Congreso que podrían provocar modificaciones en los gravámenes temporales, en particular la posibilidad de transformar el gravamen existente para entidades de crédito en un nuevo impuesto dirigido a estas instituciones.
El consejero ha mostrado optimismo ante la supresión de los gravámenes temporales que anteriormente se consideraban prestaciones no tributarias, una medida que ahora se regula a través de nuevos impuestos que se integrarán en el Concierto Económico y que deben ser gestionados por las Juntas Generales, fortaleciendo así la estructura fiscal vasca.
A nivel social, D'Anjou ha compartido que, según datos recientes del INE, el Índice General de Precios al Consumo ha establecido un aumento anual del IPC en un 1,5%, lo que implica un incremento en la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) de 560,45 a 568,85 euros. Además, se han estipulado 300 euros mensuales para la Prestación Complementaria de Vivienda, así como el importe máximo de 675 euros mensuales por la cesión de vivienda en el programa 'Bizigune'.
En términos de recursos humanos, se incorporan disposiciones que permiten a Osakidetza convocar ofertas públicas de empleo en atención primaria, así como actualizaciones en los límites del índice corrector para la RGI, y flexibilidades presupuestarias necesarias debido a reorganizaciones administrativas.
El presupuesto del Departamento de Hacienda y Finanzas también refleja una aportación significativa al Instituto Vasco de Finanzas, con 57 millones de euros, y un incremento de 810.000 euros para cubrir costos de recaudación, alcanzando un total de 5,7 millones. D'Anjou ha enfatizado la importancia de utilizar la política financiera como un motor de desarrollo y arraigo, estableciendo al IVF como pieza clave para respaldar políticas públicas, especialmente en lo relativo a la vivienda joven.
En un esfuerzo por diversificar las herramientas de financiación, el Gobierno planea abordar sectores críticos como la vivienda, la agricultura, la educación, la cultura y el emprendimiento, además de optimizar el uso del fondo de arraigo Finkatuz. D'Anjou ha argumentado que este presupuesto no es un mero capricho, sino el resultado de un proceso de escucha activa desde junio, que ha incluido a partidos, sindicatos y entidades de la sociedad civil, destacando que esta colaboración ha sido fundamental para construir un presupuesto con una "base sólida".
Mirando hacia el futuro, el consejero ha anunciado que tras las exposiciones de los consejeros en el Parlamento, se llevará a cabo una ronda de consultas con Sumar, PP y EH Bildu para explorar posibles colaboraciones. D'Anjou ha instado a la oposición a pensar en el bien común y a presentar propuestas que contribuyan al bienestar de la ciudadanía, reiterando que el éxito del presupuesto dependerá del apoyo sumado a este proyecto que define "el presente y futuro de los servicios públicos y las transformaciones que debemos llevar a cabo como sociedad".
Desde la oposición, el portavoz de EH Bildu, Pello Otxandiano, ha exhibido su escepticismo ante las proyecciones de recaudación y ha abogado por una reflexión profunda sobre el modelo fiscal para asegurar la calidad de los servicios públicos. Por su parte, Álvaro Gotxi del PP ha calificado el proyecto de "con pies de barro", poniendo de relieve las debilidades de las previsiones económicas. En contraste, Jon Hernández de Sumar ha señalado que el crecimiento del presupuesto es insuficiente en comparación con los números del año anterior.
Frente a este panorama, representantes de los partidos que respaldan al Gobierno han expresado su confianza en que el presupuesto no sólo refleja claridad en las ideas, sino que también ofrece las herramientas necesarias para alcanzar sus metas. Susana Corcuera, del PSE-EE, ha recalcado que el proyecto está orientado a asegurar el bienestar de la población vasca, así como fomentar el crecimiento económico, indicando que un apoyo amplio a estas cuentas podría ser decisivo para el futuro del país.
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