BILBAO, 10 de julio.

En un acto que pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar las condiciones laborales, el Comité de empresa de la Diputación Foral de Bizkaia, que agrupa a ELA, LAB, UGT y Satse, ha denunciado la agresión sufrida por una educadora de la Red de Hogares de menores mientras desempeñaba su trabajo. Este incidente, calificado como "absolutamente inadmisible", ha generado una ola de solidaridad hacia la trabajadora y reclama una respuesta firme de las autoridades.

El colectivo sindical ha comunicado que está colaborando con la dirección del Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS) para asegurar la seguridad de todos los empleados, resaltando la necesidad de que se establezcan protocolos efectivos de prevención y protección.

Se ha enfatizado que la defensa de la integridad física y mental de los trabajadores es una prioridad indiscutible que debe ser abordada de inmediato. La agresión no es un evento aislado, advirtiendo el comité que refleja un problema más grande y recurrente que han estado enfrentando.

El perfil de los menores en los hogares ha cambiado, volviéndose más complejo, al mismo tiempo que las plantillas de personal son insuficientes, sobre todo en aquellos turnos donde una educadora se ve obligada a atender a varios menores sin el apoyo adecuado. Esta situación evidencia la necesidad de una reestructuración en la atención y el personal disponible.

El comité ha subrayado que ciertas mejoras son esenciales y no deben ser objeto de negociación. Esto incluye una revisión de los perfiles de los menores, la actualización de los protocolos existentes y una evaluación exhaustiva de los riesgos laborales, así como asegurar que los hogares cuenten con recursos suficientes, tanto materiales como humanos.

Por lo tanto, la exigencia es clara: se deben implementar de manera urgente medidas que no solo prevengan agresiones, sino que también garanticen una atención digna, profesional y segura para los menores, abordando así sus necesidades de forma adecuada y efectiva en el día a día.