Un grupo criminal ha sido desarticulado por la Guardia Civil en Bizkaia, tras descubrirse que adulteraban aceite de oliva virgen extra y lo vendían a diferentes establecimientos hosteleros de la zona. Dos personas han sido detenidas y otras dos están siendo investigadas en relación con este caso, que ha generado gran preocupación en la comunidad.
El centro de operaciones ilegales estaba ubicado en la vivienda de uno de los detenidos, donde se llevaban a cabo las prácticas fraudulentas en precarias condiciones higiénicas y sin ningún control sanitario. Esto ha generado un gran revuelo en la región, donde la confianza en la calidad de los productos alimenticios se ha visto seriamente afectada.
La operación, denominada 'Aristeo', se inició en marzo después de que una cooperativa de aceite en Jaén alertara sobre la venta ilegal de garrafas de aceite de oliva virgen extra con su marca falsificada en Bizkaia. A raíz de esta denuncia, se desencadenaron una serie de investigaciones que llevaron al desmantelamiento de esta red criminal.
Las autoridades descubrieron que el grupo vendía garrafas de 5 litros de aceite adulterado a establecimientos como bares y restaurantes en diferentes localidades de la margen izquierda. Tras realizar registros en viviendas y establecimientos, se encontraron evidencias contundentes que confirmaron la suplantación de marcas reconocidas y la manipulación del contenido de las garrafas.
En uno de los registros realizados en Santurtzi, se hallaron numerosos envases de garrafas de 5 litros dispuestas para su llenado, así como etiquetas falsificadas, botellas de aceite de otras marcas para realizar mezclas y dinero en efectivo. Además, se encontraron útiles utilizados para adulterar el aceite, lo que evidencia la magnitud de esta operación ilegal.
Paralelamente a las detenciones, se llevaron a cabo 11 inspecciones en establecimientos hosteleros donde se decomisaron garrafas de aceite adulterado, demostrando el alcance de la red criminal y la complejidad de la operación. Los responsables, que afirmaron recibir ingresos de ayudas sociales, enfrentan cargos por delitos contra la salud pública, estafa, propiedad industrial, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal.
Las investigaciones continúan en curso bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 3 de Barakaldo y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Bizkaia. La Guardia Civil destaca la importancia de denunciar este tipo de fraudes alimentarios, que representan un grave riesgo para la salud pública y socavan la confianza de los consumidores en la seguridad de los productos.
Por eso, se insta a la ciudadanía a estar alerta y denunciar cualquier irregularidad a través del número de teléfono 062 o la app AlertCops, con el fin de prevenir este tipo de prácticas ilegales que ponen en peligro la salud de todos. Es fundamental mantener la vigilancia y el control sobre los productos que consumimos, para garantizar un consumo seguro y proteger la integridad de todos.
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