
En una votación trascendental, el Pleno de las Juntas Generales de Álava ha dado luz verde a una nueva normativa fiscal que modifica varios impuestos dentro del Territorio Histórico de Álava. Este proyecto, respaldado mayoritariamente por el PNV, el PSE y dos de los junteros de Elkarrekin, ha refrendado un acuerdo fiscal alcanzado entre estas formaciones y Podemos, en contraste con las posturas de EH Bildu, el Partido Popular, Ezker Anitza y Vox.
Iñaki Ruiz de Galarreta, portavoz del PNV, expresó su satisfacción por la aprobación de esta norma, subrayando que su partido ha impulsado de manera decisiva estas iniciativas. También destacó la colaboración constructiva de Elkarrekin, aunque lamentó que la oposición presentara propuestas que, a juicio del PNV, no se ajustan a las necesidades actuales de Araba.
Ruiz de Galarreta enfatizó que la revisión fiscal beneficiará a más de 120,000 contribuyentes, criticando a EH Bildu por aliarse con fuerzas de derecha en contra de aquellos que perciben menos de 20,000 euros al año, así como de los jóvenes de entre 30 y 36 años.
Adicionalmente, el portavoz argumentó que esta propuesta fiscal está orientada a garantizar el apoyo a los sectores más vulnerables, fomentar el desarrollo de proyectos de vida para los jóvenes, apoyar a los autónomos y pequeñas empresas, y facilitar el acceso a viviendas en alquiler
Josu López Ubierna, representante del PSE-EE, reafirmó el compromiso de su partido con una reforma fiscal que promueva la progresividad, beneficiando a quienes menos tienen y alineando más equitativamente el tratamiento de las rentas laborales y de capital, así como estableciendo incentivos para las empresas que generen empleo.
“Esta reforma no solo refuerza nuestros servicios públicos, sino que también es un avance significativo hacia la igualdad, la protección del medio ambiente y la solidaridad social", argumentó el portavoz del PSE.
David Rodríguez, de Elkarrekin Araba, también mostró su apoyo al proyecto, aunque resaltó que no se trata de una iniciativa originaria de su grupo. Sin embargo, celebró que se está avanzando hacia un modelo fiscal más justo, que busca redistribuir la riqueza y aliviar la carga que actualmente recae sobre las rentas más bajas.
Rodríguez destacó la importancia de elevar el umbral de declaración a 20,000 euros, aumentar la recaudación a través de impuestos sobre las grandes fortunas y facilitar el acceso al mercado de alquiler para las viviendas vacías.
No obstante, desde EH Bildu su portavoz, Eva Lopez de Arroyabe, criticó la reforma, describiéndola como una "oportunidad perdida" que no aborda las verdaderas necesidades del momento. Denunció que lo aprobado es más bien una "revisión improvisada" que carece de fundamento y profundidad.
El líder del PP, Iñaki Oyarzabal, también rechazó la iniciativa, tildándola de “chapuza” que perjudica a las rentas del trabajo y a las familias alavesas. Escudándose en que esta medida no atenderá a las verdaderas problemáticas del territorio, Oyarzabal la calificó como un fallo que beneficia más al Gobierno que a la ciudadanía.
Desde Ezker Anitza, su portavoz José Damián García-Moreno se desmarcó del consenso de Elkarrekin, argumentando que el acuerdo no corrige las desigualdades inherentes entre las rentas de capital y trabajo ni aborda los desafíos planteados por las grandes patrimonios.
Por último, Jonathan Romero de Vox se unió a las críticas, describiendo la reforma como “nefasta” y un castigo para el esfuerzo y la inversión de los ciudadanos alaveses. Denunció que, lejos de aliviar cargas fiscales, este acuerdo perpetúa el poder de ciertos partidos políticos a expensas de las necesidades de las familias en tiempos de crisis económica.
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