24h País Vasco.

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Cerca del 50% de las mujeres en Euskadi han experimentado violencia en alguna etapa de sus vidas.

Cerca del 50% de las mujeres en Euskadi han experimentado violencia en alguna etapa de sus vidas.

Un alarmante estudio reciente revela que el 7,4% de las mujeres en Euskadi ha sido víctima de violencia física, sexual o psicológica en el último año. Esta investigación marca un hito, ya que es la primera encuesta oficial diseñada para evaluar el fenómeno de la violencia de género en la comunidad autónoma, con el objetivo de cuantificar la dimensión del problema y entender mejor su impacto tanto en el ámbito privado como en el público.

Los datos, presentados por el Gobierno Vasco y Emakunde, revelan que casi la mitad de las mujeres encuestadas, un 48,2%, han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de sus vidas. Un total de 4.500 mujeres participaron en la encuesta, y los hallazgos indican que un 13,5% ha enfrentado violencia física en el contexto de una relación de pareja, mientras que un 8,3% ha sufrido violencia sexual, lo que se traduce en aproximadamente 73.743 mujeres afectadas.

En el análisis de la violencia fuera de la pareja, el 15,7% de las mujeres reporta haber vivido violencia física, un ejemplo claro del clima de inseguridad que persiste. Además, un 26,1% ha sufrido violencia sexual en contextos diferentes al de una relación, lo que implica que hasta 243.494 mujeres en Euskadi han sido víctimas de este tipo de agresiones.

La situación es preocupante y lo resume bien Miren Elgarresta, directora de Emakunde, quien subraya la naturaleza estructural de la violencia de género en la sociedad vasca. No existe un 'perfil típico' de mujer afectada; más bien, se trata de una cuestión de vulnerabilidad que trasciende clases y backgrounds. La violencia tiene consecuencias devastadoras que se reflejan en problemas de salud física y mental, así como en adicciones a sustancias.

Elgarresta enfatiza que la solución a este problema no recae únicamente sobre las mujeres, sino que es un desafío que debe abordarse desde un enfoque social colectivo. En su discurso, resalta que las voces que minimizan la violencia machista son una barrera más que se debe derribar para avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria.

Nerea Melgosa, consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, pidió disculpas a las mujeres participantes en la encuesta por cualquier dolor que la experiencia de recordar les haya generado, reconociendo la falta de respuestas adecuadas por parte del sistema. Además, destacó que la violencia en las relaciones de pareja está en gran medida basada en dinámicas de control y superioridad, que perpetúan la desigualdad de género.

A pesar de que no hay un perfil claro del agresor, el estudio sugiere que un significativo 81% de ellos son de nacionalidad española. Cuando se habla de violencia física en el contexto de parejas o exparejas, el 13,5% de las mujeres ha informado haberla sufrido, con una prevalencia más alta en el grupo de 30 a 44 años, subrayando la gravedad del problema en estas franjas de edad.

Los tipos de violencia física más comunes incluyen empujones y agresiones que involucran objetos, lo que resalta la normalización de estos comportamientos en ciertas dinámicas de relación. Más alarmante aún es el hecho de que el 83,2% de quienes han sufrido violencia física lo han experimentado de forma reiterada, en muchos casos a lo largo de varios años.

La violencia psicológica también se muestra como un problema omnipresente, afectando a un 94,6% de las mujeres que sufrieron violencia a manos de exparejas. Más de la mitad de las mujeres encuestadas han manifestado haber vivido experiencias traumáticas que tienen un impacto duradero en su salud mental.

Finalmente, el informe destaca que una gran parte de las víctimas han compartido sus experiencias con amigos o familiares, pero solo un 14% ha presentado alguna denuncia formal. Las razones para no reportar la violencia incluyen la falta de reconocimiento de estas agresiones como delitos, sentimientos de culpa, vergüenza y el miedo a la complejidad de los trámites judiciales.