En un importante avance hacia la transformación del sistema ferroviario en Euskadi, los ejecutivos han decidido no comprometerse a plazos específicos, optando en su lugar por un enfoque que busca optimizar al máximo el proceso. La consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, junto al presidente de Adif, Pedro Marco, han reafirmado su compromiso de acelerar el proyecto y agilizar todos los procesos necesarios para que el nudo de Arkaute sea una realidad lo más pronto posible.
Este viernes, en un acto celebrado en la Delegación del Gobierno en el País Vasco, se firmó un convenio que formaliza la encomienda del Gobierno estatal al Gobierno Vasco para la redacción del proyecto constructivo y la posterior ejecución de las obras. Este acuerdo marca un hito significativo en el avance de la Y vasca, facilitando la distribución de trenes en un punto neurálgico para la conectividad regional.
El nudo de Arkaute, que se extenderá por 10,7 kilómetros, tiene un presupuesto estimado de 146,33 millones de euros, que se destinarán no sólo a la redacción del proyecto, sino también a la ejecución y dirección técnica de las obras. Esta inversión es fundamental para el desarrollo y la modernización del sistema ferroviario vasco.
El Gobierno Vasco ha aclarado que, al igual que en el caso del túnel de Abando, el pago por las obras se realizará a través de certificaciones mensuales enviadas por Euskotren a Adif, evitando así el uso del mecanismo de descuento por cupo. Este método promete una mayor transparencia y agilidad en el financiamiento de las obras.
En una rueda de prensa posterior a la firma del convenio, el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, destacó los "importantes avances ferroviarios de Euskadi" y subrayó la existencia de un "clima de colaboración y entendimiento" entre los gobiernos de España y del País Vasco. Santano enfatizó que con este convenio se cierra un ciclo crucial para la implementación de la Y vasca en todo el territorio.
Además, el secretario de Estado vinculó este avance a una revitalización de la movilidad basada en el tren, alineada con las políticas de sostenibilidad y descarbonización. Resaltó la idea de que algunos tramos, como el de Bilbao, podrían ver multiplicado por 20 el número de usuarios gracias a la nueva conectividad ferroviaria de alta velocidad.
Sin embargo, Santano también reconoció que los plazos previamente anunciados para la construcción habían sido sistemáticamente incumplidos, lo que ha generado una legítima frustración y escepticismo en la población. Prometió que con el inicio de las obras del nudo de Arkaute se podrá proporcionar fechas más exactas para la culminación del proyecto.
Aseguró que una vez que las obras comenicen, se abrirá un nuevo capítulo en el desarrollo de la Y vasca, que se estima tendrá un costo total de más de 7.000 millones de euros, de los cuales ya hay una importante parte certificada. Santano subrayó que más de dos tercios de la inversión ya están en diferentes etapas de ejecución.
El nudo de Arkaute se presenta como una infraestructura clave para la conexión de Euskadi con el resto de España, permitiendo que la alta velocidad integre de manera efectiva a las tres capitales vascas. Los líderes han expresado su deseo de acelerar las obras al máximo posible, recalcando la importancia del nudo como pieza central de esta red ferroviaria.
El compromiso del Gobierno central incluye una inversión significativa en la plataforma, asegurando una contribución de 146 millones de euros y responsabilizándose también de las superestructuras necesarias para la conectividad. En total, el costo asumido por la administración estatal para el nudo de Arkaute será de unos 181 millones de euros.
En cuanto a la conexión de Euskadi con Navarra, Santano explicó que no está condicionada a los avances en el nudo de Arkaute, ya que este proyecto es esencialmente para garantizar la culminación de la Y vasca y la movilidad entre las tres principales capitales vascas.
Por su parte, Susana García Chueca enfatizó la relevancia del nudo de Arkaute como un punto estratégico que organizará tanto las vías de alta velocidad como las convencionales en un recorrido de 10,7 kilómetros, mejorando así los diferentes trayectos ferroviarios en la región.
A pesar de los desafíos del pasado, la consejera subrayó el esfuerzo conjunto entre las administraciones vasca y estatal como un motor para el avance de la Y vasca, fundamental para el progreso económico y social de Euskadi. En cuanto a los plazos de la obra, García Chueca abogó por un enfoque paso a paso, con aspiraciones de licitar el proyecto constructivo a principios del próximo año.
Finalmente, la consejera reafirmó el compromiso del Gobierno Vasco de acelerar todos los proyectos relacionados con la alta velocidad, reconociendo que no podrán recuperar el tiempo perdido, pero están decididos a hacer todo lo posible para avanzar en el desarrollo de esta infraestructura crucial. Además, destacó que en 2025 el Gobierno Vasco comenzará a participar en las obras de alta velocidad en los tres territorios históricos, lo que marcará un hito significativo en la integración y modernización del transporte en Euskadi.
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