Un incidente inusual tuvo lugar en Bilbao el pasado 17 de octubre, cuando inspectores de la Policía Nacional interceptaron a un hombre que intentaba obtener su licencia de conducir tipo B mientras utilizaba un dispositivo tecnológico prohibido. Este individuo ha enfrentado una multa de 500 euros y una restricción de seis meses para volver a presentarse al examen, según informó recientemente el Ministerio del Interior.

La intervención fue realizada por la unidad de control de inmigración y fronteras (UCRIF) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, que llevó a cabo una operación especial en las instalaciones de la Jefatura Superior de Tráfico en la dirección Barroeta Aldamar, 1, en el corazón de Bilbao. El objetivo de esta operación era verificar el examen de aquellos aspirantes de origen extranjero que se presentan de manera libre para conseguir el permiso de conducir.

Este operativo se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por combatir delitos como la Falsedad Documental y la Usurpación del Estado Civil, así como el uso de tecnología electrónica para engañar en el proceso de evaluación de los aspirantes a conductores.

Durante el examen práctico, los agentes notaron que un candidato, de nacionalidad española pero con raíces fuera del país, mostraba comportamientos inquietantes. Su postura erguida y su manera de sostener las hojas del examen en posición vertical estaban generando sospechas entre los presentes.

La situación escaló cuando los policías consultaron a los evaluadores sobre el rendimiento del aspirante, quienes confirmaron que había comenzado el examen utilizando el sistema digital, pero poco después bloqueó la aplicación en un intento de continuar con el cuestionario en formato escrito.

Al concluir la evaluación, los agentes solicitaron el documento de identidad del hombre y, tras un registro superficial, encontraron un dispositivo escondido en la parte delantera de su sudadera. Este dispositivo resultó ser una microcámara conectada a su teléfono móvil, lo que confirmaba el intento de fraude durante el proceso de obtención de la licencia.

El Director General de Tráfico, presente en el examen, tomó la decisión de levantar un acta constitutiva de la infracción, resultando en una sanción económica y la prohibición temporal de presentarse nuevamente al examen para obtener el carné de conducir.