BILBAO, 19 de noviembre.

Este pasado domingo, una situación de tensión y violencia se desató en Vitoria, donde cinco individuos fueron arrestados tras perpetrar un robo y agredir a la policía con el resultado de diez agentes heridos. Actualmente, los detenidos permanecen bajo custodia policial, preparados para comparecer ante el juez en las próximas horas.

Entre los heridos, una agente de la Policía Vasca sigue recibiendo atención médica en el hospital al que fue trasladada, conforme a la información proporcionada por fuentes del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco a Europa Press.

Los acontecimientos se produjeron alrededor de las 7:00 de la mañana en San Sebastián. La Ertzaintza fue informada de que cinco individuos habían llevado a cabo un robo violento en el centro comercial Garbera, ubicado en la capital guipuzcoana, poniendo en marcha una rápida respuesta ante la situación.

Los agentes se desplazaron al lugar del incidente y descubrieron que los delincuentes habían llegado al local en dos vehículos cuyos números de matrícula habían sido sustraídos la noche anterior. Tras una investigación inicial, se determinó que uno de los coches utilizados también había sido robado previamente.

Ante este panorama, la Ertzaintza activó un dispositivo de seguimiento que les permitió localizar a los sospechosos mientras circulaban a alta velocidad por la autovía A-1, en las cercanías de Vitoria. Los agentes lograron interceptar la fuga de los delincuentes en el barrio de Abetxuko, pero en respuesta, estos arremetieron violentamente contra el vehículo de la policía.

En medio de la confrontación, diez agentes resultaron heridos. Cuatro de ellos fueron evacuados a hospitales, y uno de los heridos, que se encuentra en estado grave, ha sido ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Hasta ahora, tres de los agentes han recibido el alta, a excepción de una ertzaina que sigue en observación en planta.

Los detenidos, cuyos edades oscilan entre los 31 y 38 años, se resistieron con ferocidad durante su arresto y en este momento están bajo vigilancia policial, aguardando su turno para declarar ante el juez sobre los graves cargos que enfrentan.