Euskadi ha recibido un total de 1.807 millones de euros de los Fondos Europeos de Recuperación, Transformación y Resiliencia. De este monto, 1.135 millones son gestionados por el Gobierno Vasco y 672 millones por el Estado.
El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha comparecido ante la Comisión de Economía, Hacienda y Presupuestos del Parlamento Vasco para informar sobre la situación de los Fondos Europeos de Recuperación y su afectación en Euskadi. Azpiazu ha destacado la necesidad de impulsar los PERTEs regionales para que los fondos lleguen de manera más flexible y rápida al tejido productivo. Además, ha propuesto dar un papel protagonista a los Gobiernos regionales en la distribución de los fondos.
Azpiazu ha señalado que la Adenda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, firmada entre el Estado y la Comisión Europea, no cumple las expectativas de Euskadi. También ha criticado la falta de transparencia en la gobernanza de los fondos MRR en España y ha instado a una mayor participación de las comunidades autónomas en el proceso de toma de decisiones.
El consejero ha explicado que, a pesar de la inyección de fondos, Euskadi demanda una mayor autonomía para diseñar sus propias estrategias de transformación y desarrollo, enfocadas en sectores como la salud, la creación de empleo cualificado y la mejora del medio ambiente. Además, ha destacado la necesidad de activar los PERTEs regionales y ha advertido que los fondos no están llegando al tejido productivo con la flexibilidad y velocidad necesarias.
En cuanto a la gestión de los fondos, Azpiazu ha afirmado que se deben potenciar las capacidades de los agentes públicos y privados vascos para absorber los recursos europeos. También ha destacado la importancia de los 12 PERTEs aprobados y ha instado a movilizar los más de 41.000 millones de euros destinados a ellos lo antes posible.
En resumen, el consejero de Economía y Hacienda de Euskadi ha destacado la necesidad de dar un mayor protagonismo a los Gobiernos regionales en la distribución de los fondos europeos de recuperación. Además, ha instado a una mayor autonomía para diseñar las estrategias de transformación económica y social de la región y ha señalado la falta de flexibilidad y rapidez en la llegada de los fondos al tejido productivo.