
Este pasado domingo, Bilbao fue escenario de una significativa concentración organizada por los sindicatos CCOO y UGT, quienes levantaron la voz en defensa de los derechos laborales y sociales que consideran en riesgo, debido a las recientes maniobras políticas. Bajo el contundente lema "Con los derechos de la gente no se juega", los líderes de ambas organizaciones hicieron un llamado a la acción para expresar su preocupación por las decisiones que podrían amenazar logros consolidados a lo largo de los años.
La movilización se enmarcó en un contexto más amplio, ya que la anulación de múltiples medidas que formaban parte de un decreto rechazado en el Congreso y la posterior aprobación de un nuevo Real Decreto Ley han encendido las alarmas en el ámbito laboral. Los sindicatos, al igual que en otras ciudades del país, decidieron salir a las calles para manifestarse en esta ocasión desde la plaza Circular de la capital vizcaína, donde numerosos ciudadanos sumaron sus voces a la causa.
Entre los asistentes destacaron figuras como Loli García, secretaria general de CCOO de Euskadi, y Raúl Arza, secretario general de UGT-Euskadi, quienes portaban la pancarta principal de la protesta. La presencia del diputado de Sumar, Lander Martínez, reflejó el apoyo político a la reivindicación de los derechos ciudadanos en esta crucial etapa de redefinición legislativa.
García, en declaraciones a la prensa, enfatizó la valentía de los sindicatos al decidir "salir a las calles" ante el clima incierto que ha rodeado la revalorización de pensiones y las medidas consideradas como un "escudo social" para proteger a los más vulnerables. Su mensaje fue claro y contundente: "Con los derechos de la gente no se juega", dirigiéndose directamente a los partidos que anteriormente apoyaron un decreto y ahora están en la senda opuesta.
La dirigente sindical destacó que la lucha por los derechos, que han requerido años de esfuerzo y sacrificio para ser adquiridos, no solo es urgente, sino que es un imperativo moral. "Es momento de priorizar la dignidad de la gente, los recursos y las políticas públicas que realmente mejoren la vida de los ciudadanos. Es hora de que todos los partidos políticos asuman esta responsabilidad", afirmó con determinación.
En este sentido, García advirtió que los sindicatos permanecerán alerta ante las futuras decisiones políticas que afectan a la clase trabajadora y a los pensionistas. "No nos detendremos hasta que se respeten los derechos de todos", reiteró, instando a una vigilancia continua sobre las acciones de los partidos en los próximos meses.
En consonancia con estos sentimientos, el secretario general de UGT-Euskadi, Raúl Arza, lamentó la forma en que los derechos consolidados han sido cuestionados por la "estrategia cortoplacista" de ciertos partidos. Expresó su preocupación especialmente por aquellos más de medio millón de pensionistas vascos que se han visto atrapados en este juego político, afirmando que es fundamental que los partidos entiendan que no se puede jugar con los derechos de las personas.
Arza enfatizó la necesidad de un compromiso claro y sostenible por parte de los políticos, señalando que la inconsistencia en las votaciones—donde en cuestión de una semana se pasaba de un "no" a un "sí"— es inaceptable. La movilización, por tanto, se convierte en un símbolo de resistencia ante cualquier intento de desvirtuar las conquistas sociales que benefician no solo a los trabajadores, sino también a los usuarios del transporte público y a todos aquellos en situación de vulnerabilidad.
Con la firme promesa de no detenerse hasta que las reivindicaciones jurídicas y sociales sean respetadas, ambos sindicatos hicieron eco de sus demandas: "Con los derechos de los trabajadores y con las conquistas sociales no se juega". Este acto de protesta subraya la necesidad de una política más comprometida y responsable que priorice las necesidades de la ciudadanía por encima de estrategias políticas efímeras y egoístas.
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